La Policía recibió el aviso de que un joven estaba con una azada en las jardineras de la confluencia de las calles Hispanidad y Gran Vía entorno a las 1:45 horas de la madrugada de este martes. Los agentes desplazados al lugar se limitaron a seguir el rastro de tierra que habían dejado los dos árboles arrancados, dos laureles, que les llevó hasta el portal de la vivienda del hombre, en la calle Riobóo.
Una vez allí, éste les indicó que se había llevado los árboles porque «eran de todos y los necesitaba» ya que «estaba arreglando su jardín y quería ponerlo bonito».
Los agentes denunciaron a I.G.E., de 39 años de edad, por robo de propiedad pública. Tras la conversación con los agentes, el hombre acudió él mismo a plantar de nuevo los árboles en su lugar.
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