«Vengo con una preparación no muy buena desde hace cuatro años. Siempre cuando he tenido descanso o vacaciones en mis clubes me ha tocado jugar con Chile clasificatorios, Mundial, Copa América… Y tuve una lesión muy complicada en diciembre en Hamburgo que me apuró bastante, no estaba del todo bien cuando comencé a jugar, pero yo quería estar dentro de un campo de juego y así fue. Lamentablemente, después sufrí otra lesión muscular que mermó la carga física que venía trayendo, que a mi juicio era muy buena. Esto es como una montaña rusa, no puedo estar a tope, al 100%, pero estoy seguro de que eso lo voy a conseguir estando acá porque se trabaja muy bien ese aspecto. No me cabe duda de que más temprano que tarde voy a conseguir ese 100% que anhelo», explicó Díaz este miércoles en rueda de prensa.
A Marcelo Díaz le espera un nuevo verano muy estresante. Su selección disputa la Copa América del Centenario en EEUU y el inicio de la pretemporada del Celta podría adelantarse por las previas de Liga Europa. «La verdad es que no tengo planificado nada. Lo único que tengo claro es que una vez que termine el torneo acá, debo volar rápidamente a Chile para ir a entrenar, luego regreso a Vigo para el nacimiento de mi hija y después me voy directamente a Estados Unidos para concentrarme con la selección. No sabemos lo que pasará después, si accedemos directamente a Europa o no, no lo sabemos y personalmente no tengo idea de cómo será mi verano», aseguró.
Lo que sí parece claro es que este año tampoco dispondrá de mucho tiempo para descansar. «Tampoco tiene pinta, pero vamos a apostar que por lo menos tenga una pretemporada como la gente, como necesito tenerla. Porque en España el ritmo es muy alto y exigente y uno necesita estar bien preparado. Hoy estuvimos hablando con el profe para ponernos a tono y llegar bien, bien a la Copa América. Pero primero me tengo que enfocar en prepararme para estar bien acá y dar lo mejor de mí», comentó.
Este verano, además, irá a Sudamérica con el Celta, concretamente a Uruguay, para disputar un cuadrangular amistoso en el que también estará el Deportivo. A Díaz le hace ilusión estar con el conjunto celeste relativamente cerca de casa. «Claro que me gustaría ir. Sería la primera vez que voy con mi equipo a Sudamérica a disputar un torneo y sería lindo. Te sientes como en casa. Espero que pueda ser así. Obviamente me gustaría que pudiese ser en Chile para estar en mi casa pero bueno, si es en Argentina o Uruguay por lo menos estoy cerca de casa y se siente ese tono que tenemos los sudamericanos de vivir un fútbol muy lindo. Para ellos también sería bueno tener un club como el Celta disputando partidos allá», dijo.
«Un ritmo exageradamente alto»
Cuando llegó a Vigo, a Marcelo Díaz le impresionó el ritmo tan alto de competición del Celta, que contrastaba con su tono físico en ese momento. «Pasa que el equipo viene con un rodaje de un año competitivo muy alto. Yo venía de no estar jugando constantemente en Hamburgo y de no haber hecho una pretemporada. A eso le sumas que me lesiono y pierdo todo el ritmo que quizás tenía. Llego acá y me cuesta ponerme a punto con el equipo porque ellos ya estaban volando. De hecho veo el partido ante el Atlético de Madrid acá en casa y a mí me parecía que era un ritmo exageradamente alto para lo que yo venía en ese momento. Obviamente, me costó integrarme en ese sentido y más aún estando lesionado. Ahora ya voy cogiendo el ritmo pero tampoco es lo que mejor tengo en este momento porque sufrí también otra lesión muscular que mermó mis aspiraciones. Espero ponerme a punto físicamente lo antes posible para estar mejor», aseguró.
El chileno es un consumado lanzador de faltas. De hecho, con un libre directo salvó al Hamburgo del descenso la pasada temporada. Pero no se ve todavía preparado para asumir ese reto. «Le comuniqué al míster que cuando me sintiese bien iba a coger el balón y patear. Obviamente, también soy realista y no me sentía con la fuerza quizás para tirar un tiro libre directo, o un córner… Recién esta semana lo hemos empezado a trabajar pero no era algo con lo que yo me sintiera cómodo aún. Para eso prefiero que otro compañero que esté en mejores condiciones que yo le pegue», confesó.