Y así será al menos hasta el mes de junio, cuando quizás se estrene la tercera entrega de esta serie (o serial) que daría cierto juego a los creadores de títulos de telenovelas o telefilmes de sobremesa. Y que, de hecho, ha dado para muchos titulares. Aunque el celtismo ya respira tranquilo tras ganar algunas canas más durante este periodo invernal, nada asegura que la historia no se repita.
La saga que cierra ahora su segunda parte comenzó ya entrado el pasado mes de julio. Fue entonces cuando vio la luz el inicio de la trama del ‘no fichaje’ de la estrella celeste por el Barcelona (tras un aparente escarceo con el Atlético de Madrid). Ese episodio piloto contó con una coartada perfecta cuando Pedro quería abandonar la disciplina culé y redondeaba la historia en torno al gaditano. Era como si de repente hubiera surgido un móvil para justificar un crimen. “Pedro aprieta y Nolito a tiro” se leía en las tapas de «Mundo Deportivo». Y se disparó el miedo en el celtismo.
Poco después, para más inri, se sumó al guión su competidor, el «Sport». El 8 de agosto gozamos de doble título para un nuevo capítulo: “Oferta por Nolito” y “Efecto dominó”. Ambos tuvieron a bien coincidir en sus portadas con la misma trama, como cuando la AMC y FOX España se ponen de acuerdo para emitir ‘The Walking Dead’ simultáneamente de madrugada. Por momentos en Vigo se seguía con más interés la actualidad de la Premier que la del Celta. Comenzaba a desarrollarse una historia escalofriante para el aficionado olívico, que pasó un verano terrorífico entre el mundo de las informaciones apocalípticas que llegaban desde Cataluña y el de las noticias esperanzadoras que solían publicarse en Vigo. El espanto llegó a tal punto que desde los rotativos barceloneses llegaron a culpar de las dificultades del traspaso al Benfica, incluso después de que el Celta hubiera adquirido el cien por cien de los derechos de Nolito.
Afortunadamente, la situación económica del club catalán no permitía gastos extraordinarios y el argumento se fue diluyendo con el comienzo de la Liga. Hasta que se lesionó Rafinha y la fábula repuntó. Ya el 18 de septiembre el «Sport» llevaba a su primera página la intención de hacer un “Fichaje para enero”, con el atacante céltico entre los principales candidatos. El mercado de invierno empezaba demasiado pronto. Incluso cuando el Barcelona visitó Balaídos, sólo unos días después, el futbolista andaluz copaba la portada de «Mundo Deportivo» junto a una señal de tráfico. Sí, una señal de tráfico y el texto “Peligro: Nolito”.
Sería en octubre, sin embargo, cuando este sainete viviría uno de sus puntos álgidos, el momento en el que el protagonista se vería salpicado por la comedia que intentaba eludir, el instante del posado, que al principio pudo parecer robado, pero que el propio jugador acabó reconociendo como consentido. Después de leer que “Lucho aprieta por Nolito”, el andaluz se dejó fotografiar con la primera plana de «Mundo Deportivo» y generó un estallido irrefrenable en el celtismo, que comenzó a dudar de todo. Al final, el andaluz tuvo que reconocer que sería imposible decirle que no al Barcelona pero compensó su discurso remitiéndose al pago de los 18 millones que recoge la cláusula de resolución de su contrato.
Y ésa fue la clave. Ahí radicó siempre el principal obstáculo para el club presidido por Josep María Bartomeu, que acabó pidiendo una “Cesión o nada”, según llevó a portada el «Mundo Deportivo» el 13 de noviembre, provocando en el celtismo una reacción que osciló entre la ira y la hilaridad. Era el germen de los ejercicios de fe que se le acabaron exigiendo a la entidad presidida por Carlos (en alguna ocasión Félix) Mouriño, que alcanzaron su clímax en enero, cuando el futbolista andaluz estaba “atado” junto a Denis Suárez para el «Sport» y llegó a estar “fichado” mientras el Celta jugaba un partido de fútbol contra el Cádiz con Mouriño, Chaves y el mismísimo Nolito en Balaídos. Desde entonces esas dos palabras se repitieron hasta la saciedad en las páginas de los diarios deportivos catalanes, por si la reiteración pudiera servir como arma de persuasión.
Y como en toda buena historia, por muy difícil que fuera superarse, lo mejor siempre se deja para el final. En tres días, Nolito -que ya tenía “sustituto” en Beauveu- estuvo “al caer” el 25 de enero, “caliente” el día 26 y descartado el 27. Esta vez en pequeño. En portada sí, pero en pequeño. Tres tapas seguidas para culminar el desenlace de una trama que, como no, posiblemente quede abierta, a la espera de que los productores de la historia confirmen la renovación por una tercera temporada.