El césped de Balaídos lleva meses en un estado lamentable. Su mantenimiento es responsabilidad del Concello y recientemente cambió la empresa encargada de llevarlo a cabo. La dejadez de esta nueva concesionaria ha provocado que el terreno de juego se encuentre en una situación crítica. Berizzo se quejó amargamente tras el encuentro ante el Real Madrid y este lunes, Carlos Mouriño, reiteró estas quejas y recordó que el mantenimiento del césped es responsabilidad del Concello.
«Que el césped de Balaídos esté en buen estado no es un lujo para el Celta, es una necesidad. En el partido ante el Madrid nos perjudicó que hubiese tantas partes quemadas del césped porque no corría el balón», dijo Mouriño, que aseguró que el club tiene las manos atadas en este asunto al ser competencia del Concello. «El problema no sería cambiar el césped, sino el mantenimiento posterior. Nosotros no somos dueños de ese mantenimiento. Podemos hacer muchas cosas, el problema es llevarlas a la práctica. Ahí nos enfrentamos con todos los trámites burocráticos», explicó.
El presidente del Celta también desgranó los problemas que tuvo el club con la subcontrata la pasada semana. «En esa semana tan crucial antes de enfrentarnos al Madrid hubo días que no fue nadie a cuidar el césped. La subcontrata del ayuntamiento no se presentó. Tuvimos que estar llamando y buscándolos. Les decíamos, ‘meter las máquinas’, y nos respondían que no tenían máquinas. Les preguntábamos por el abono y no había; sal, tampoco. Eso pasó la semana pasada y el aspecto del campo era deplorable», dijo Mouriño, que reconoció que algún jugador le pidió que el partido se trasladase a otro estadio ante el mal estado del césped de Balaídos.
La Ciudad Deportiva, en punto muerto
En su intervención en El Larguero, Mouriño también lamentó que no haya fecha para el inicio de la construcción de la nueva Ciudad Deportiva, que debería estar ubicada en Valladares. «Nos estamos encontrando con muchos problemas para sacar la Ciudad Deportiva adelante. Hace tres años y medio que presentamos el proyecto, hecho por el Celta. Si la llevamos a Valladares, es cuestión exclusiva del ayuntamiento. Si nos vamos a cualquier otro ámbito, como no se recoge en ningún plan especial, ya sería problema del ayuntamiento y de la Xunta. Queremos que nos faciliten los permisos para tener una Ciudad Deportiva. Tenemos una serie de condicionantes. Tal y como está desarrollada la ciudad de Vigo, con su plan urbano, no hay terrenos para construirla», señaló.
El presidente reiteró que la falta de espacio está frenando el crecimiento de la cantera del Celta. «Nosotros tenemos un plan de cantera que cada vez es más difícil llevarlo adelante. Las instalaciones de A Madroa se han quedado pequeñísimas. Tenemos 300 jugadores para dos campos de fútbol, más las escuelas, más el convenio de Afavi, por el que a veces esos clubes nos piden entrenar allí. Además, el campo Barreiro no tiene las medidas reglamentarias. Con todo eso tenemos que luchar», dijo.
Los trámites burocráticos también están retrasando el inicio de las obras en el edificio de Príncipe, que pasará a convertirse en la nueva sede del Celta. «Mucha gente me comenta, ¿la sede social para cuándo? Le decimos lo mismo que con la Ciudad Deportiva. Nos comprometemos a tenerla lista 9 meses después de tener la licencia. No la tenemos y nos está retrasando el proyecto. Lo mismo sucede con la Ciudad Deportiva. Podemos empezarla al día siguiente de que tengamos los permisos. Tenemos partidas. Aunque en este caso, lo que no podemos fijar es la fecha de término, porque se va a ir costruyendo por etapas. Es muy ambiciosa, con 12 campos de fútbol y un estadio para el Celta B», concluyó.