El nuevo establecimiento imita el modelo de los locales de estilo ibicenco que triunfan en zonas de playa de otras localidades y que hasta ahora no había llegado a Vigo. De hecho, además del diseño y el «espíritu» ibicenco, el Marina Cíes se trajo también de Ibiza las colas para entrar en el local con esperas de hasta una hora para acceder al recinto. Esta circunstancia fue la más criticada por los asistentes a través de las redes sociales y algunos aseguraron que se dieron la vuelta antes de poder conocer el local. Otros, no obstante, indicaron que pudieron entrar sin problemas ya que la mayor afluencia se produjo en torno a las diez de la noche, antes de la puesta de sol cuyo disfrute, sin duda, se convertirá en una de las señas de identidad del Marina Cíes desde sus numerosas terrazas. Las colas para acceder a locales nocturnos no son algo nuevo en Vigo ya que desde hace años se pueden ver todos los viernes y sábados por la noche en las entradas de las discotecas de moda del momento situados en otros puntos de la ciudad.
Las puertas del Marina Cíes se abrieron a las nueve de la noche para inaugurar por fin el recinto, cuya apertura estaba prevista para el pasado 18 de junio pero que fue aplazada por «motivos ajenos» a la dirección del local, según comunicaron a través de las redes sociales. Fue a través de Facebook, donde ya rozan los 8.500 seguidores, cuando anunciaron esta semana la nueva fecha.
Al margen de las colas y de alguna queja sobre el excesivo volumen de la música, las críticas fueron muy positivas tanto en el trato del personal como en el diseño del local, que se llevó los mayores halagos por parte de los invitados, que pudieron disfrutar de una consumición gratuita y conocer las posibilidades que ofrece el establecimiento. Algunos decidieron compartir a través de las redes sociales imágenes del interior del establecimiento durante la fiesta, como María Román, que colgó en Facebook las fotografías que os mostramos bajo estas líneas.
En Twitter, Paula Seguín (@PaulaSefel) también compartió imágenes del local cuando todavía no había caído la noche.