En el primer día del verano, con las clases en los colegios ya terminadas, las playas estuvieron desiertas por primera vez en una semana.
Así, tras cinco días seguidos instalados en una ola de calor sofocante, con temperaturas por encima de los 30 grados -el sábado se registró la máxima del año, con 33,1 grados-, este lunes, apenas doce horas después de la entrada oficial del verano, que se estrenó con 31,8 grados, los mercurios se han desplomado y la temperatura máxima registrada en la ciudad se quedaba muy por debajo de lo habitual, ya no en verano, si no en primavera, con 23,1 grados.
En total, una oscilación térmica de casi diez grados que ha dejado desiertas las playas tras cinco días en los que encontrar un hueco para dejar la toalla fue una tarea prácticamente imposible. Bajo estas líneas, dos imágenes de Samil de este domingo tomadas por Selika que así lo corroboran.
Este lunes, apenas unos cuantos se han atrevido a bajar a la arena, en su mayoría familias con hijos ya desocupados de las clases pero muchos permanecieron con la ropa puesta y sin tocar el agua.
Según la previsión de Meteogalicia, este martes la situación será similar y a partir del miércoles se recuperarán ligeramente las temperaturas máximas pero caerán las mínimas. Así, se rozarán los 25 grados pero las mínimas estarán en el entorno de los 15.
El sábado, siempre según el pronóstico de la agencia gallega, desaparecerán las nubes y volverá a subir el mercurio pero seguirán bajando las mínimas y, aunque se trata de una previsión a medio plazo que puede variar, se prevé que a partir del lunes siguiente regresen de nuevo los cielos cubiertos.