Balaídos le rindió una calurosa ovación a Borja Oubiña, que este viernes anunció su retirada. Mouriño le entregó un brazalete de eterno capitán y la insignia de oro y diamantes de la entidad. Además, el Espanyol también se quiso sumar a este bonito homenaje. Los jugadores del club barcelonés se unieron a los del Celta para hacerle el pasillo al centrocampista vigués.
También participaron en el acto los miembros de las categorías inferiores, que formaron sobre el césped de Balaídos el número 4, el número del capitán, y la familia de Borja. El protagonista fue su hijo Iker, que apareció en el césped en brazos de la esposa del jugador.
Oubiña deja el fútbol, pero seguirá ligado al Celta. Y quién mejor que él para ser el primero en portar la camiseta que los jugadores celestes lucirán la próxima campaña. Por tanto, el acto sirvió también para dar a conocer el nuevo diseño elaborado por la marca Adidas.
Los homenajes no cesaron cuando el árbitro decretó el inicio del encuentro. Hugo Mallo se acordó de Oubiña cuando marcó el gol del empate a uno en los últimos minutos de la primera mitad. El canterano cogió el brazalete de capitán, que este sábado portaba Augusto Fernández, para ponerlo en alto señalando al punto de la grada donde se encontraba Borja.