El estado de euforia blanco puede favorecer al Celta. Y que siga vivo en la Liga de Campeones, también. El sueño de revalidar título continental es probable que aleje la atención del Real Madrid de la competición doméstica, en la que el Barcelona le lleva una ventaja de dos puntos.
El Celta ya ha demostrado esta temporada que es capaz de plantar cara a los grandes. De hecho, ya consiguió batir al Atlético en Balaídos y al Barcelona en el Camp Nou. Los de Berizzo, además, afrontan el partido del domingo sin presión y con la ilusión de poder luchar hasta final de temporada por la séptima plaza.
Un factor a tener en cuenta son las importantes bajas con las que contará el Real Madrid el domingo. Modric y Bale están descartados y Benzema, con un esguince de rodilla, es probable que tampoco juegue. Por su parte, Cristiano Ronaldo se quejó de unas molestias en la rodilla durante el partido de este miércoles. pero dado el afán competitivo del portugués resulta altamente improbable que Carlo Ancelotti opte por reservarlo ante el Celta. Ante esas bajas, Chicharito Hernández, el nuevo ídolo, podría tener una nueva oportunidad en el once inicial.
Real Madrid y Atlético protagonizaron una eliminatoria con muy poco juego, en la que los blancos fueron ligeramente mejores ante un rival rácano en exceso. El Celta le propondrá un partido muy distinto. Querrá la posesión de balón y le exigirá al máximo. Los de Berizzo querrán demostrar que su juego, además de vistoso, también es efectivo ante un semifinalista de Liga de Campeones.