Un hombre acusado de una presunta agresión sexual a una joven en Vigo se ha sentado este martes ante el tribunal de la sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, en Vigo, en una vista en la que ha negado el delito, argumentando que mantuvo una relación sexual consentida con la denunciante. La Fiscalía ha pedido la libre absolución al no ver acreditados los hechos.
El juicio se ha celebrado tras la denuncia de una chica que asegura que, en la mañana del 1 de abril de 2023, fue voluntariamente a casa de un joven al que conocía de haber coincidido de fiesta esa misma madrugada y en un par de ocasiones anteriores. En ese piso de Vigo se reunió con ellos también un amigo de la chica y, tras estar viendo una película, la joven se quedó dormida.
Según su testimonio, cuando se despertó estaba desnuda y el anfitrión de la casa también, abrazada a ella, mientras que el otro chico, su amigo, no estaba. La joven ha relatado ante el tribunal que sospechó que había sido víctima de una agresión sexual porque tenía dolor en sus partes íntimas, y se decidió a poner la denuncia.
Ante el tribunal ha explicado que, mientras estuvo en el piso del acusado, recostada en el sofá viendo la televisión, éste le acarició las piernas, pero en ningún momento ella le dio indicios de que quería mantener relaciones sexuales.
Por su parte, el amigo de la denunciante, que ha declarado como testigo, ha confirmado que los tres estuvieron esa noche en el piso del acusado y que, en un momento determinado, pudo percibir que el acusado estaba tocando a su amiga de forma íntima bajo un edredón con el que se habían tapado. Asimismo, ha relatado que escuchó gemir a la chica y que decidió marcharse, interpretando que ella y el acusado estaban teniendo un momento de intimidad sexual.
«Ni vi nada raro», ha reconocido, y ha explicado que, cuando se fue del piso, su amiga estaba dormida. Momentos después, ha señalado, recibió su llamada «llorando» porque «no sabía por qué se había despertado desnuda, con el acusado abrazado a ella».
Relación consentida
Por su parte, el acusado ha reconocido que se produjo ese encuentro en su domicilio, y ha narrado que la denunciante y él comenzaron a acariciarse, a masturbarse mutuamente y a mantener relaciones sexuales, incluso delante del amigo de ella, bajo el edredón, en el sofá.
Cuando el testigo se fue, ha explicado, ambos reanudaron el contacto íntimo y culminaron el coito, de forma «consentida». Tras eso, se quedaron dormidos y, horas después, la chica «se fue enfadada», aunque ha señalado que él no sabía la razón de ese enfado.
Por su parte, la forense que ha declarado como perito, ha explicado que, en el examen de la chica, se pudo apreciar una laceración en su mucosa vaginal, aunque ha matizado que pudo producirse por «cualquier tipo de fricción» y tenía una causa inespecífica. Igualmente, ha señalado que la joven presentaba algunos hematomas recientes en la cara interna de los muslos, pero también de origen «inespecífico».
Absolución
La Fiscalía, tras la práctica de la prueba, se ha reafirmado en su petición de sobreseimiento, y ha señalado que la denunciante «no recuerda nada». Además, ha incidido en que el testigo, su amigo, se fue del piso «convencido» de que se estaba produciendo un contacto sexual consentido.
En la misma línea, la defensa del acusado ha subrayado que la prueba «no desvirtúa la presunción de inocencia» y que, ya no solo es que la chica dice no recordar lo que pasó, sino que ha incurrido en algunas «contradicciones» a lo largo de la tramitación de este procedimiento.
Al respecto, ha incidido en que «si una persona es penetrada vaginal y analmente» se despierta aunque esté dormida, y su propio amigo no la dejaría sola con el acusado si percibiera que ella estaba en peligro.
Solicitud de condena
Por su parte, el letrado de la acusación ha insistido en que se produjo una agresión sexual y que la joven, «en su inocencia, se dejó acariciar las piernas» sin sospechar lo que ocurriría cuando se durmió.
Este abogado ha rechazado la versión de que hubo un encuentro sexual consentido, y ha subrayado que, tras lo sucedido, la joven empeoró su situación emocional, llegando a tener que estar ingresada en el servicio de Psiquiatría del Hospital Álvaro Cunqueiro. «Una relación consentida no genera todo eso: ansiedad, aumento del deseo autolítico, tristeza, apatía…», ha remarcado.
Por ello, solicita que el acusado sea condenado a 4 años de prisión como autor de un delito de agresión sexual.
