Ante esta situación, realizaron una búsqueda en la zona y comprobaron que en un camino aledaño, en el interior de una finca, había un invernadero con numerosos ejemplares de esta planta.
Inmediatamente se acercó a dicho invernadero un hombre, que comenzó a manipular las plantas pero al percatarse de la presencia policial avisó a otro y entre los dos comenzaron a romperlas. Los agentes requirieron a ambos que les abriesen la puerta y al acceder comprobaron que las plantas estaban todas quebradas.
Acto seguido, informaron al responsable de que iban a proceder a la intervención de la marihuana y recogieron todo el material existente, con lo que llenaron cuatro sacos, que fueron puestos a disposición judicial.