El incidente se produjo en un cuarto piso del número 47 de la Avenida de Balaídos y afortunadamente no hubo que lamentar heridos aunque tres personas fueron atendidas por el servicio de emergencias 061 por la inhalación de humos y al menos dos de ellas fueron trasladadas a centros hospitalarios. El suceso causó una gran expectación en la zona aunque el incendio de la vivienda pudo ser sofocado rápidamente por los efectivos. De la investigación de lo ocurrido se encarga el Cuerpo Nacional de Policía. Fue Ángeles, la propietaria de la panadería Trigos del Rocío del número 45, la que avisó en el entorno de las diez de la mañana a la Policía tras escuchar cómo caían cosas hacia el tejado del patio de luces. Al asomarse ya vio que el piso estaba ardiendo. «Ardía muchísimo y el piso tuvo que quedar completamente destrozado», relató. La testigo no pudo precisar el número de afectados pero sí atendió en los primeros momentos a «una niña que salía del edificio con la nariz negra del humo». «Le dimos agua a ella y a los demás y se los llevaron en ambulancia», indicó.
Según informaron posteriormente desde el 112 Galicia, el edifico tuvo que ser completamente desalojado y también los colindantes.