Los hechos sucedieron el martes 16 de julio a raíz una alerta ciudadana que se recibió en el Puesto Principal de la Guardia Civil de Cangas informando de las sospechas que suscitaba una joven que estaba pidiendo dinero en la calle para una asociación de sordomudos.
Minutos después, una patrulla de seguridad ciudadana localizó a esta persona en la terraza de un céntrico bar de la localidad recogiendo firmas y donativos en efectivo. Se trata de una joven, de 40 años, de nacionalidad rumana, con un amplio historial delictivo y con más de un centenar de actuaciones por este tipo de estafas.
En el momento de su localización llevaba una tablilla rígida que portaba un folio membretado con el nombre, en español e inglés, de una asociación para “discapacitados sordomudos y para los niños pobres”, donde anotaba las donaciones de las personas que también firmaban.
En la misma terraza del bar estaban todavía dos clientas que habían sido víctimas de este timo, a las que les devolvió los cinco euros que habían aportado cada una.
La Guardia Civil explica que este tipo de estafa suele ser habitual en estas fechas de vacaciones. No es la primera vez que se detectan a estas personas que apelan a la caridad de los viandantes, ya que normalmente se hacen pasar por sordomudos para dar lástima. Abordan a la gente y recogen firmas para reivindicar un supuesto centro «nacional e internacional» para «discapacitados, sordomudos y niños pobres», al mismo tiempo que demandan un donativo de entre 3 y 10 euros.
En esta ocasión, se le requisó la tablilla, el folio con las firmas y el dinero que portaba y fue trasladada a las dependencias del Puesto de la Guardia Civil donde se le notificó su condición de investigada como presunta autora de un delito de estafa.
Las diligencias y los efectos intervenidos se entregan en el Juzgado de Instrucción de guardia de Cangas.