Según el relato de la acusación, el sospechoso se ofreció a llevar a la víctima a casa cuando eran ya las 09.00 horas del sábado 3 de febrero de 2018 y ambos salían de la discoteca ‘K’. Allí ella había ingerido grandes cantidades de alcohol y, supuestamente, él se encontraba en la sala de fiestas “observándola”.
“Sabedor del estado en que esta se encontraba, a través de una conocida en común se ofreció a llevarla a su casa, motivo por el que ambos se dirigieron al vehículo del acusado que se hallaba en las proximidades. Una vez en el interior, con ánimo de atentar contra la libertad e indemnidad sexual de la chica, el acusado desde el asiento del conductor se abalanzó sobre ella, que estaba en la parte de atrás del coche, y valiéndose del haber bebido aquella grandes cantidades de alcohol que disminuían su capacidad de juicio y sus estímulos sensoriales y aumentaban su tiempo de reacción e incoordinación muscular, le subió la ropa, le apartó la ropa interior y la penetró vaginalmente mientras ella le decía que no quería e intentaba sacárselo de encima”, esgrime la Fiscalía.
La joven denunció lo sucedido a las 10:57 horas del mismo día. Presentaba 1,57 mg/l de alcohol en sangre en el momento de la toma de muestras a las 14:00 horas. El sospechoso también se hallaba bajo la influencia de bebidas alcohólicas.
Por todo ello, la acusación le atribuye un delito de abusos sexuales sin consentimiento y con penetración. Además de la pena de prisión, el fiscal también ha pedido que se imponga una orden de alejamiento de 100 metros y se prohíba al hombre comunicarse de cualquier manera con la víctima durante diez años. Por último, se solicita una indemnización económica de 6.000 euros en concepto de daños morales.