Los hechos se produjeron este miércoles por la tarde, en torno a las 17.00 horas, momento en el que el 092 recibió una llamada en la que se alertaba de que se había hallado una motocicleta robada en un garaje de la calle Vázquez Varela. Al lugar se desplazó una patrulla de la Policía Local que tomó declaración al denunciante. Éste contó que minutos antes, cuando estaba en su trabajo, una compañera le comentó que le acababan de llevar la moto y que ésta disponía de un localizador GPS. Según podía comprobar a través de una aplicación de su móvil, el vehículo se encontraba en un edificio de la calle Vázquez Varela.
Ante esa petición, el hombre se presentó en el lugar y, según relató, cuando llegó la puerta del garaje estaba abierta, accedió a su interior y vio a tres jóvenes junto a la moto, por lo que llamó a la Policía. En ese momento, los tres sospechosos abandonaron el lugar a pie.
La puerta del garaje ya estaba cerrada a la llegada de los agentes, por lo que tras realizar unas gestiones pudieron contactar con el propietario, que permitió la entrada al interior. A continuación también se presentó la propietaria, que además de confirmar la versión de su compañero de trabajo explicó que se había dejado la llave puesta en el contacto por despiste y que ese hecho pudo inducir al robo.
Poco después uno de los policías acudió a la vivienda de la persona que utilizaba la plaza de aparcamiento en la que se encontró la moto. Cuando este agente llegó al portal del inmueble, un muchacho se le acercó preguntándole “si venía por lo de la moto” y le contó que se había encontrado la motocicleta en la Gran Vía con las llaves puestas y como “llovía mucho” la cogió para llegar hasta su domicilio. Según alegó iba a llamar a la Policía para devolverla y entregó en ese momento de las llaves.
La dueña, tras comprobar el interior del maletero, se percató de que faltaban un par de guantes, un chaquetón, un casco, la pinza y el cable avisador anti bloqueo de seguridad, además una bolsa que portaba una chaqueta y un pantalón de agua. Tras preguntar al sospechoso por estos objetos, confesó tener el casco y la ropa de agua. Por ello, fue denunciado por un delito leve de hurto.