Una vez en el lugar, los agentes observaron que el personal del establecimiento tenía retenido a un individuo, por lo que se entrevistaron con el encargado. Este declaró que, momentos antes, dicho varón se encontraba en la línea de caja y fue reconocido como autor de hurtos anteriores.
Por ello, la cajera hizo el ademán de telefonear a las fuerzas de seguridad y en ese momento el hombre empujó a una clienta que se encontraba delante de él, tirándola encima de la cinta de la caja registradora, para salir sin pagar los productos que llevaba. Tras ello, el encargado se puso delante de la puerta de salida para impedirle la huida, lo que provocó un forcejeo entre ambos. Para impedir la huida, la cajera bloqueó la puerta y ayudó a su compañero a reducir al sujeto.
Por su parte, la clienta que fue empujada se encontraba muy nerviosa y dolorida. No obstante, rehusó ser asistida y manifestó que iría por sus propios medios a un centro médico. Por todo lo sucedido, la Policía Local procedió a la detención del sospechoso.