El agente, perteneciente al grupo de Fronteras destinado en la terminal de trasatlánticos, salió a la carrera hacia la zona del embarcadero-amarre del club para intentar localizar a la víctima. Tras recorrer todo el perímetro no logró verla pero pudo determinar una posible ubicación por los chillidos.
Además, en el tercer pantalán descubrió un carro de dos ruedas junto a uno de los barcos, con los cajones abiertos, por lo que supuso que posiblemente esta persona estuviera haciendo labores de mantenimiento en una embarcación y se cayese al agua.
Inmediatamente, el policía contactó con efectivos del Puerto de Vigo para que abriesen la puerta de acceso y solicitar su colaboración en la localización y rescate. Ya en el pantalán se dirigió hacia donde se encontraba el carrito y localizó a una mujer sumergida en el agua hasta la atura del pecho, fuertemente agarrada a los cabos de amarre de uno de los veleros.
La accidentada dijo que tenía las botas y el traje lleno de agua, por lo que pesaban mucho y no podía nadar ni salir.
Protección a la accidentada
El agente procedió a tranquilizarla e informarla que venía personal de la Policía Portuaria y del club en camino. Además, recolocó las defensas del barco para que éste no oprimiera a la mujer contra el pantalán, al tiempo que alejaba el casco de la mujer para que no la golpease.
En ese momento llegaron al lugar un marinero de servicio del Náutico y varios voluntarios que lograron sacar a esta mujer del agua. Así, todo quedó en un susto y en un incidente sin graves consecuencias.