El progenitor, además, había intentado también romper los cristales sin éxito, pero cesó en sus intentos por miedo a que los fragmentos de vidrio pudieran alcanzar al pequeño y causarle alguna herida.
Así pues, la policía desplazó una patrulla al lugar y comprobó que no existía ninguna forma de abrir el vehículo y que los dos juegos de llaves disponibles estaban en el interior. A raíz de ello, tomaron la determinación de romper el cristal de la ventanilla derecha utilizando para ello un martillo específico que forma parte de la dotación de los vehículos patrulla.
Una vez fracturado el cristal, el padre recuperó al niño, que no sufrió daño alguno. Como anécdota curiosa, la Policía Local, que ha sido quien ha informado del suceso, destacó que el pequeño estaba llorando con fuerza pero se calmó y permaneció tranquilo cuando se dio cuenta de la presencia de los agentes.
Otro niño rescatado en Coia
Además, en las últimas horas se registró otro incidente parecido, ya que los bomberos tuvieron que acudir al auxilio de un niño de tres años que se quedó encerrado solo en su casa, situada en la avenida de Castelao, ya que a su madre se le había cerrado la puerta y no podía entrar en la vivienda.
Hasta allí se desplazó también la Policía Local, que fue la que recibió el aviso a las 20.48 horas de este miércoles y luego lo notificó al parque de Balaídos.
Los bomberos consiguieron abrir la puerta sin mayores consecuencias y pudieron rescatar al pequeño, que estaba llorando.