Una vez en el lugar, los efectivos desplazados observaron que una joven tenía al perro en cuestión sujeto con una correa pero sin bozal, por lo que se entrevistaron con ella. La chica, de 29 años, manifestó que el animal, de cuatro años de edad, era suyo y confesó que no tenía licencia ni ningún tipo de documentación relativa al perro.
Los agentes comprobaron que además no disponía de microchip e informaron a su dueña de que el can debía ser llevado a la protectora de animales, y que para recuperarlo tendría que obtener la correspondiente documentación.
Tras indicarle los pasos a seguir para ello, le advirtieron de que sería sancionada por no disponer del bozal, del microchip y de la documentación.
Bull terrier suelto en Navia
Además, el cuerpo municipal tuvo que intervenir en otro caso con un perro potencialmente peligroso horas antes en la calle Teixugueiras, donde se registró una queja ciudadana ante la presencia de un bull terrier que estaba suelto y sin bozal en un jardín situado detrás de un edificio.
El propietario, de 36 años, manifestó a los agentes que como el perro era mayor ya no había tramitado en su día la documentación correspondiente y que solo tenía el microchip, la tarjeta del registro gallego de identificación de animales de compañía y la cartilla de vacunación.
Tras comprobarlo, los policías le informaron de los pasos a seguir para obtener la documentación necesaria y de que sería propuesto para sanción al haber incumplido la normativa vigente.