Por ello, una patrulla se desplazó a un edificio de la avenida Alcalde Portanet, donde varios inquilinos denunciaban que llevaban soportando los ladridos de los perros durante todo el día.
En el lugar, los agentes se entrevistaron con la residente en la vivienda de donde salían los ruidos. Según indicó a la policía, tenía tres perros pero todos carecían de microchip. Ante esta situación, fue sancionada y advertida “de las consecuencias que implicaría seguir con las molestias a los vecinos”.
Según se informa desde la Policía Local, las intervenciones de este tipo son frecuentes y a menudo se dan cuando el animal está solo en casa y, en muchos casos, los propietarios no son conscientes de las molestias que pueden causar al resto de la comunidad.
Cualquier vecino que se vea afectado debe comunicar al dueño del animal el problema primeramente y si las molestias persisten las puede poner en conocimiento de la Policía Local, bien solicitando una patrulla en el lugar para su comprobación o mediante un escrito-denuncia en el Ayuntamiento, ya que existen Ordenanzas Municipales relacionadas con la Contaminación Acústica y con la tenencia de animales de compañía en las viviendas.