El inicio de las actuaciones policiales se remontan al pasado viernes 20 de enero cuando agentes de la Policía Local intervinieron en la zona de Cabral, donde al parecer una vecina había abonado a un varón que se había identificado como Inspector del Catastro, una cantidad cercana a los 150 euros. Ese día no se pudo localizar al presunto autor de la estafa, pero sí se obtuvieron datos referentes a sus características físicas y vestimenta.
La Jefatura informó este miércoles que el lunes y martes de esta semana se alertó a toda la plantilla sobre el modus operandi del varón y se supo que el día 23 de enero pudo haber estafado por el mismo método una cantidad de 131 euros en las inmediaciones de la calle Espedrigada.
La atención policial se fijó también en cualquier requerimiento personal o telefónico que pudiesen hacer los ciudadanos, que guardase relación con el tema, como la presencia de algún cobrador de la administración en el domicilio o solicitud de dinero por pago de algún recibo.
Fue el martes, sobre las 12,00 horas, cuando agentes de la Policía Local se trasladaron a la zona de San Roque, donde al parecer un varón del que se aportaban características de su ventimenta, se estaba haciendo pasar por inspector de Hacienda.
Todo indicaba que había acudido a un domicilio de dicha zona, contactando con la vecina -una mujer de unos 80 años-, identificándose como inspector de Hacienda y pretendiendo cobrarle una cantidad cercana a los 150 euros, en concepto de impuesto sobre unas fincas que la mujer posee en otra localidad. «Como ella recordaba que los citados terrenos estaban exentos de tributar, así se lo dijo al supuesto inspector. Decidió llamar a su hijo y a la policía», explicó la Policía en un comunicado.
El hombre fue localizado en la zona de la calle Couto Piñeiro por su vestimenta y caractacterísticas físicas que coincidían con los datos con los que contaba la policía y portaba en su mano una carpeta. También había preguntado a los viandantes de mayor edad con los que se encontraba, si conocían por la zona a personas mayores.
Los agentes procedieron a su identificación, tratándose de un hombre de 62 años de edad y vecino de Vigo. Portaba varias fotocopias de un documento de la Agencia Tributaria, así como un sobre de la Xunta de Galicia. En relación con los hechos dijo no acordarse de nada y la Policía instruyó las correspondientes diligencias tramitadas al Juzgado como sospechoso de estafa.