Las pesquisas permitieron localizar una finca cerrada, con una edificación de lujo en su interior, que incluía una piscina, cenador exterior y anexos. Además, en el poste exterior de fluido eléctrico se observaba una conexión que no figuraba inscrita en ningún documento, por lo que se hizo una prueba de consumo y se descubrió que estaba absorbiendo de la red el equivalente a una fábrica de 30 trabajadores.
Esto hizo sospechar a los investigadores que podía tratarse de una plantación ilegal de marihuana, por lo que se montó un dispositivo de vigilancia y control. Fruto de ello se descubrió que el dueño de la vivienda tenía un gran número de plantas en su interior en diferentes estados de floración, encargándose de su cuidado y posterior venta a otras personas.
El sospechoso, además, utilizaba automóviles o motocicletas de gran cilindrada en sus desplazamientos, que mostraban su alto nivel de vida. Por todo ello, la Policía Nacional solicitó al juzgado una autorización de entrada y dispuso a varios agentes por la zona.
Detectado cuando salía de su vivienda
Así, varios efectivos interceptaron al sujeto cuando salía de su domicilio, tras lo cual registraron el inmueble y las construcciones anexas. Producto de ello, se intervinieron 481 plantas así como diversos efectos utilizados para la transformación y venta de sustancias estupefacientes.
Tras proceder a su detención y traslado a la comisaría, se le tomó declaración y se realizó una comprobación de las bases de datos policiales, en la cual se confirmó que carecía de antecedentes.
La investigación fue llevada a cabo por agentes del Grupo de UDYCO, perteneciente a la Brigada de Policía Judicial de la Comisaría de Vigo-Redondela. El detenido fue puesto a disposición judicial.