Según informó la Jefatura, los hecho se registraron a las 01:30 horas cuando una patrulla de la Policía Local fue alertada por el CIMa (Central de Información y Mando), para que se dirijan a la calle Canario, donde al parecer un ciudadano estaba observando a tres jóvenes «en actitud sospechosa en un garaje».
Al llegar al lugar, los agentes hablaron con el vecino y les facilitó la descripción de los sospechosos, indicando que uno de ellos tenía una pierna escayolada, portaba dos muletas y dos de ellos se habían introducido en un garaje, mientras el tercero esperaba fuera. Este ciudadano también señaló que al poco tiempo salieron del interior del garaje con una silla de ruedas y se fueron los tres hacia la calle Gregorio Espino.
Los agentes observaron como en la entrada al garaje se encontraba la cerradura arrancada y los cables sueltos y pelados, abriéndose la puerta al hacer contacto ambos cables. En el interior del garaje, no observaron ningún desperfecto ni vehículo forzado, si bien en una plaza encontraron tirados dos reposapiés de una silla de ruedas.
«Se localizó a un joven que coincidía con las características facilitadas (una pierna escayolada) al que los agentes preguntaron por los hechos, indicando éste que iba dando un paseo con dos amigos pero que desconocía el domicilio de los mismos», añade la Jefatura.
Posteriormente otra patrulla localizó en un lateral del edificio que comunica las calles Canario y Estorniño, una silla de ruedas sin reposapiés. El menor de edad estaba indocumentado y se encontraba en la puerta de su domicilio, por lo que la Policía localizó a su madre, haciéndose cargo de su hijo.
«Los agentes también observaron en el jardín de esta vivienda un monopatín eléctrico y un paraguas que la madre del joven no había visto antes, por lo que pueden haber sido sustraídos del garaje», concluye la Policía.