Los efectivos desplazados pudieron acceder al piso donde supuestamente se habían producido los hechos y allí se encontraron a una mujer de 38 años y a su hija de 17 años, así como una tercera mujer que también reside en la vivienda.
La persona que abrió la puerta y que había sido la presunta víctima presentaba varios cortes en las manos, así como una contusión en un ojo. Según relató, su compañero de piso había llegado al inmueble en un fuerte estado de agitación y agresividad y sin motivo aparente le recriminó que le hubiese denunciado, algo que ella desmintió.
Siguiendo el relato de la mujer, de repente él habría comenzado a agredirla con patadas y puñetazos en el rostro y cuerpo, hasta un momento en el que llegó a coger un cuchillo y se lo intentó clavar. No obstante, ella pudo pararlo con las manos.
La otra mujer que reside en el piso intentó ayudarla y también denunció que había sido empujada por el hombre. Posteriormente, consiguió avisar a los servicios de emergencia. A continuación, el acusado abandonó la vivienda mientras presuntamente profería amenazas.
La Policía Local pasó aviso a las restantes patrullas en servicio para localizar al sospechoso, así como al Cuerpo Nacional de Policía, que acabó encontrando al individuo en la calle México.
Al presunto agresor no se le halló ningún arma blanca. Sobre lo ocurrido, admitió haber tenido una fuerte discusión con su compañera de piso y finalmente fue detenido.