Uno de los agentes intervino en la disputa entre los dos implicados y consiguió separarles. Mientras identificaba a uno de ellos, otro ciudadano colombiano, de 33 años, comenzó a empujar al policía “tratando de continuar la pelea, al tiempo que insultaba de gravedad a la persona ya identificada”.
“Al ver que frenaba todas sus embestidas encaminadas a continuar la pelea, cambió su objetivo y comenzó a dirigir los insultos al agente, en el instante que el otro componente se presentaba para prestar apoyo”, indica la Policía Local en un comunicado.
Ambos trataron de calmarlo alejándolo del lugar y evitando la cercanía con el otro involucrado. También intentaron serenarlo para poner fin al conflicto. Sin embargo, empezó a amenazar de muerte al otro hombre para “acto seguido enfrentarse a los agentes con mayor violencia, propinando un fuerte empujón a uno de los miembros de la dotación, acto a resultas del cual salió despedido varios metros y le causó lesiones en la espalda”.
Esta última acción motivó su inmediata detención por la comisión de un delito de atentado a agente de la autoridad. El otro implicado, según relata el 092, se mantuvo al margen en todo momento y aunque presentaba heridas en la cara declinó ser atendido o presentar denuncia porque entendía que sólo se trataba de una discusión familiar.
No obstante, la Policía Local comprobó con posterioridad que al arrestado le constaba en vigor una orden de expulsión, por lo que quedó a cargo del Grupo de Extranjería para que se realizasen los trámites administrativos pertinentes.