Los hechos, según informó este jueves la Comisaría de Vigo, sucedieron cuando uno de los vigilantes, que se encontraba en el establecimiento, observó a un varón que cogía diversos efectos y los ocultaba entre sus ropas, por lo que llamaron al 091 para informar de los hechos.
Inmediatamente una patrulla que realizaba labores de prevención de la delincuencia por la zona se presentó en el lugar y se entrevistó con los vigilantes de seguridad, que señalaron que momentos antes habían interceptado al hombre cuando abandonaba la zona de cajas tras abonar unas bebidas.
Tras conducirlo al cuarto de seguridad, hizo entrega de los efectos que había sustraído, aunque «comenzó a comportarse de modo agresivo». Los agentes le informaron de que iba a ser denunciado por el establecimiento por un delito leve de hurto y le solicitaron su documentación.
«En ese instante les indicó q los policías que no les iba a ningún tipo de documentación, respondiéndole los agentes que si no lo hacía tendría que acompañarlos a Comisaría para ser identificado. Además, le explicaron que tenían que realizarle un cacheo preventivo de seguridad, comenzando el varón a bracear al tiempo que intentaba golpear a los agentes, por lo que proceden a su detención», explica la Comisaría en un comunicado.
El hombre fue trasladado en el vehículo policial a un centro médico para que el facultativo hiciera una valoración, si bien el médico no pudo realizarla debido a la gran agresividad que mostraba. Ya en dependencias policiales se realizó una comprobación de las bases de datos en la que se corroboró que el detenido tenía varios antecedentes policiales anteriores por hechos similares.
El operativo fue llevado a cabo por el Grupo de Atención al Ciudadano de la Brigada de Seguridad Ciudadana, pasando todo lo actuado a disposición del Juzgado de Instrucción de Vigo en funciones de guardia.