Según informó este martes la Comisaría de Vigo, los hechos tuvieron lugar a primera hora de la mañana, cuando se recibe una llamada en la Sala Operativa del 091 en la que el responsable de una sucursal bancaria de la Travesía de Vigo alerta de que cuando iba a acceder a la oficina sus compañeras le hicieron gestos desde el interior para que no entrase, lo cual le resultó muy extraño.
Ante la posibilidad de que se estuviese produciendo un atraco acudieron varias dotaciones policiales que inmediatamente se situaron en puntos estratégicos desde donde podían observar lo que ocurría en el banco sin ser vistos.
El responsable de la entidad les informó de que era muy posible que se estuviera produciendo un atraco en el interior, por lo que dos agentes de paisano pasaron caminando por delante de la sucursal y observaron en el interior a una persona que ocultaba su rostro con un gorro y una cazadora de cuello alto, y comprobaron que las tres empleadas de la entidad estaban sentadas en actitud de espera al lado de la caja.
Las patrullas revisaron todos los alrededores de la entidad bancaria, para comprobar si hubiese cómplices en el exterior para avisar a los atracadores, o facilitar la huida de estos, cuestión que después de un exhaustivo control se comprobó que no había persona o vehículo que infundiera sospechas.
En un momento determinado la persona que ocultaba su rostro se acercó hacia la puerta de entrada, por lo que dos policías simulando ser clientes aprovecharon para dirigirse hacia la puerta y hacerle indicaciones para que abriesen desde dentro.
Cuando desbloqueó la puerta, los agentes se abalanzaron sobre ella y procedieron a su inmovilización, al tiempo que le realizaban un cacheo en el cual le intervinieron un cuchillo, las llaves de un vehículo de la marca Audi, así como otros efectos.
A continuación el resto de los agentes se dirigieron al interior del banco y procedieron a tranquilizar a los empleados. Una vez recuperados del susto manifestaron que cuando se disponían a entrar a la sucursal para iniciar la jornada laboral, fueron empujadas por la mujer hacia el interior del cajero, la cual les preguntó si eran empleadas del banco.
Tras responderle afirmativamente esta mujer las amenazó y les indicó que abrieran la caja, indicándole las víctimas que no disponían de la llave correspondiente, por lo que la atracadora les ordenó que se estuvieran quietas mientras esperaban por el responsable.
Minutos después llegó otra empleada a la cual la atracadora vuelve a preguntarle si es empleada y si tiene llaves de la sucursal, contestando esta que es empleada y que no tiene llaves, por lo que la mandó situarse junto a sus compañeras.
Al ver al director de la entidad le hicieron señas para que no entrase confiando en que avisase a la Policía, permaneciendo con la responsable de los hechos hasta que los agentes entraron en la entidad.
Una vez identificada se comprobó que la detenida carecía de antecedentes policiales anteriores.