La Policía Nacional ha asestado un nuevo golpe al narcotráfico en Galicia al desarticular una organización criminal que empleaba seascooters (dispositivos de propulsión submarina) para recuperar cocaína adherida a los cascos de buques mercantes en los puertos de Marín y Vigo. En una rueda de prensa celebrada este viernes, en Pontevedra, el subdelegado del Gobierno, Abel Losada, y el jefe de la unidad GRECO Galicia, Emilio Rodríguez, detallaron los pormenores de esta operación pionera, que culminó con la detención de ocho personas y la incautación de 120 kilos de cocaína, además de otras sustancias estupefacientes. La investigación, que permanece abierta, subraya el esfuerzo de las fuerzas de seguridad por cerrar la brecha tecnológica con los narcotraficantes, quienes recurren a métodos cada vez más sofisticados para introducir droga en Europa.
Una operación transnacional con origen en la DEA
La operación, dirigida por el Juzgado de Instrucción número 2 de Vilagarcía de Arousa y ejecutada por las unidades GRECO Galicia y UDYCO Vigo, se inició gracias a una alerta de la Drug Enforcement Administration (DEA) de Estados Unidos, que informó sobre una red que planeaba transportar una importante cantidad de cocaína a España. Las pesquisas llevaron a los agentes a vigilar el portacontenedores Crown Garnet, que atracó en el puerto de Marín en la madrugada del 21 de febrero de 2025. Tras un exhaustivo registro, los agentes localizaron cuatro fardos con 120 kilos de cocaína ocultos en un habitáculo de refrigeración situado bajo la línea de flotación del buque, un punto estratégico que requería acceso subacuático para su recuperación.
La fase de explotación, desplegada el pasado miércoles, resultó en la detención de ocho personas (una de ellas de origen albanés) en las localidades de Vilanova de Arousa, Bueu y Poio. Los registros realizados por agentes del GRECO, con apoyo de efectivos llegados desde Madrid, permitieron incautar los seascooters utilizados por la red, junto con 150 gramos de cocaína, 70 gramos de heroína y 100 gramos de hachís, evidenciando que los investigados también traficaban con otras drogas. Los detenidos pasaron a disposición judicial este viernes, y la investigación continúa abierta, sin descartar nuevas detenciones.

Innovación criminal y respuesta policial
En la rueda de prensa, Emilio Rodríguez, jefe de GRECO Galicia, explicó que el uso de seascooters representa una evolución en las tácticas de los narcotraficantes, quienes buscan “optimizar recursos y maximizar beneficios”. Estos dispositivos, que permiten recorrer grandes distancias bajo el agua a alta velocidad, facilitan la recuperación de droga adosada a los cascos de los buques sin necesidad de grandes infraestructuras. “En origen, dos o tres buzos colocan la droga en el barco, y en Europa, una organización con medios mínimos la extrae, abaratando costes”, detalló Rodríguez. Este método, que ha experimentado un “aumento importante” en los últimos años, refleja la apuesta de las redes criminales por soluciones logísticas eficientes.
Abel Losada, subdelegado del Gobierno en Pontevedra, aprovechó para enviar un mensaje claro tanto a los narcotraficantes como a la ciudadanía. “Es cierto que la delincuencia suele ir tecnológicamente por delante, pero el Estado, a través de la Policía Nacional, está atento y trabaja para reducir esa brecha”, afirmó. Losada destacó la “inquietud intelectual” de los agentes, quienes no se limitaron a interceptar el alijo, sino que investigaron a fondo los mecanismos utilizados por la red. “No solo se trata de incautar droga, sino de cortocircuitar los sistemas que los delincuentes emplean para hacerla llegar a Europa”, subrayó, alabando el rigor científico de la operación.
Un mensaje de seguridad y compromiso
Losada también enfatizó la importancia de la labor policial como un pilar de la seguridad, un “bien económico y social fundamental” en cualquier país desarrollado. “Los impuestos de los ciudadanos se destinan a estas operaciones, que a menudo no reciben la misma visibilidad cuando no culminan en resultados tan evidentes, pero la Policía Nacional está trabajando a pie de obra todos los días”, aseguró. El subdelegado agradeció la presencia de los medios de comunicación, a los que calificó como “un elemento fundamental” para transmitir un mensaje de tranquilidad a la sociedad y visibilizar el esfuerzo de las fuerzas de seguridad en la lucha contra el narcotráfico.
La operación, que ha contado con la colaboración internacional de la DEA, pone de manifiesto la creciente sofisticación de las redes de narcotráfico que operan en las Rías Baixas, un área históricamente vinculada al contrabando y al tráfico de drogas. La incorporación de tecnología como los seascooters evidencia los retos a los que se enfrentan las autoridades, pero también la capacidad de respuesta de la Policía Nacional para adaptarse a estas nuevas dinámicas. Según Rodríguez, las organizaciones criminales “controlan mucho sus gastos e inversiones”, lo que las lleva a innovar constantemente para eludir los controles policiales.
Galicia, epicentro de la lucha antidroga
La desarticulación de esta red se suma a una serie de operaciones recientes en Galicia, como la Operación Halia de mayo de 2024, que resultó en 20 detenciones y la incautación de más de tres millones de euros en efectivo, o la intervención de 7.500 kilos de cocaína en Vigo en diciembre de 2023, oculta en un cargamento de atún congelado. Estas acciones reflejan la presión constante de las fuerzas de seguridad sobre las redes que utilizan las costas gallegas como puerta de entrada de estupefacientes a Europa. La colaboración con agencias internacionales, como la DEA y Europol, ha sido clave para desmantelar estructuras transnacionales que operan desde Sudamérica hasta el noroeste peninsular.
La operación contra la red de los seascooters no solo representa un éxito policial, sino también un avance en la comprensión de las nuevas estrategias del narcotráfico. Como destacó Losada, la decisión de ir más allá de la mera incautación y analizar los métodos de los delincuentes ha permitido a la Policía Nacional acercarse a la “frontera tecnológica” de estas organizaciones. Este enfoque, que combina inteligencia, cooperación internacional y tecnología, refuerza el compromiso del Estado con la seguridad y la lucha contra el crimen organizado.
La intervención en los puertos de Marín y Vigo pone de relieve la importancia de los controles marítimos en la prevención del tráfico de drogas. Los puertos gallegos, por su posición estratégica, son un objetivo prioritario para los narcotraficantes, pero también un escenario donde la Policía Nacional y el Servicio de Vigilancia Aduanera demuestran su capacidad operativa. La incautación de los seascooters y la detención de los implicados envían un mensaje contundente: las fuerzas de seguridad están preparadas para contrarrestar incluso las tácticas más innovadoras del crimen organizado.
La rueda de prensa de este viernes no solo celebró un éxito policial, sino que también reafirmó el papel de Galicia como un bastión en la lucha contra el narcotráfico. Con operaciones como esta, la Policía Nacional no solo protege a la ciudadanía, sino que contribuye a desmantelar las redes que amenazan la estabilidad económica y social de la región. Mientras los narcotraficantes buscan nuevas formas de operar, las autoridades gallegas, respaldadas por la cooperación internacional, demuestran que están a la altura del desafío.