Ante el peligro que generaba la situación para su integridad y la de los conductores, la policía movilizó efectivos hasta la zona y, después de que un agente sacara al animal de la carretera, miembros de la Unidad Medioambiental de Intervención Rural (UMIR) lograron localizar al propietario del can, que no era la primera vez que se escapaba.
Los agentes entregaron el perro al dueño y levantaron acta de denuncia por infringir la ley de protección y bienestar de animales de compañía al “no adoptar las medidas necesarias para impedir que el animal pueda acceder libremente a las vías o espacios públicos o privados”, lo que conlleva una sanción económica de hasta 500 euros.