La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, ha condenado a tres años y medio de cárcel a un hombre por agredir sexualmente, de forma continuada, a una mujer con discapacidad intelectual.
Según los hechos probados que recoge la sentencia, ambos se conocieron en 2016 cuando la víctima tenía 28 años de edad durante un curso destinado a la preparación de oposiciones reservado para personas con discapacidad intelectual. Durante más de un año, el procesado forjó una relación con la mujer, «siendo plenamente conocedor de las limitaciones que presentaba» ella, con un grado de minusvalía del 65%.
Sin embargo, las agresiones se produjeron entre febrero de 2018 y enero de 2019. Según explica la sentencia, el varón, «aprovechándose de la situación de superioridad intelectual que tenía sobre ella», le dijo a la mujer que podría ayudarle a quitarle las malas auras que tenía para así «conseguir» al chico del cual estaba enamorada. Todo ello sabiendo que ella creía en rituales de limpiezas de aura.
Por esto, la víctima aceptó. Con este pretexto, el hombre llevaba a la mujer a su habitación, donde ella, vestida con bikini o lencería, (tal como él le pedía inicialmente) y más adelante estando los dos desnudos, como le pidió después (alegando el procesado que con ello iba a lograr una mayor efectividad en el ritual) le realizaba tocamientos, en la zona de los pechos y los genitales, llegando en una ocasión a introducirle sus dedos en la vagina.
En otra ocasión, con la excusa de que así iba a conseguir ser más efectivo en la práctica del ritual de limpieza de aura que le estaba haciendo a ella y conseguir a su amor platónico, hizo que lo tocara en distintas partes del cuerpo, lo masturbara hasta que él conseguía eyacular.
Además, en enero de 2019 se citó con ella en el Hospital Álvaro Cunqueiro de Vigo, se introdujo en los cuartos de baño y, con ánimo libidinoso, hizo que lo masturbara, lo que ella empezó a hacer hasta que un señor se intentó introducir en el baño, ya que la puerta de acceso no estaba correctamente cerrada. Por ello, llevó a la mujer a otro baño para seguir, donde intentó besarla, empujándolo ella contra la pared y saliendo del mismo.
Como consecuencia de lo expuesto, la mujer padeció un trastorno adaptativo mixto con predominio de síntomas ansioso tardando en curar 90 días de perjuicio personal moderado. Además, tal trastorno generó una desestabilización de su patología previa.
El acusado, pese a tener reconocido un grado de minusvalía del 97% de carácter definitivo, padece un funcionamiento intelectual límite, que merma muy ligeramente sus facultades intelectivas en relación con estos hechos, según explica la Audiencia.
Por todo ello, fue condenado a 3 años y medio de prisión. Pese a todo, la sentencia no es firme, ya que cabe recurso ante el Tribunal Superior de Xustiza de Galicia (TSXG).