La sección quinta de la Audiencia Provincial de Pontevedra, con sede en Vigo, acaba de condenar a un año y medio de cárcel a una mujer por estafar 2.100 euros a un amigo retirando dinero en efectivo con su tarjeta bancaria. El tribunal la considera autora de un delito continuado de estafa agravada, por el que también le impone el pago de una multa de 1.050 euros y de una indemnización de 2.100 euros a los herederos del perjudicado, quien falleció.
La Sala considera probado que la condenada, aprovechando la relación de amistad que mantenía con la víctima, utilizó la tarjeta bancaria y el PIN para sacar efectivo sin su autorización en varias ocasiones, entre abril y mayo de 2024. La acusada, según la sentencia, conocía la clave porque alguna vez el perjudicado, que tenía problemas de movilidad, le pidió que pagara con la tarjeta o retirara dinero.
Así, señala que se apoderó de la tarjeta «sin conocimiento ni consentimiento del afectado, bien cuando estaba dormido o despistándolo».
Los magistrados aprecian la agravante de abuso de relaciones personales, pues destacan que existía una relación previa que facilitó la comisión del delito. La sentencia no es firme, pues cabe recurso de apelación ante el TSXG.
























