Según el comunicado, los agentes debían acudir a la tienda Pull&Bear, donde un vigilante de seguridad había sorprendido momentos antes a una joven hurtando unas sandalias valoradas en 29,99 euros.
Según el relato del establecimiento, cuando la joven salía del comercio sonó el arco de seguridad, por lo que el vigilante procedió a entrevistarse con ella y observó que en el interior del bolso llevaba unas sandalias que no había pagado.
Al tratarse de una menor de edad, se localizó a su madre, que se hizo cargo de ella.