Portos de Galicia quiere así incrementar las garantías de que nadie se ve afectado por un posible efecto de arrastre de la cubierta. Además, se ha cortado el tráfico en el lateral del edificio por el que se entra hacia el espigón del muelle.
El presidente este organismo, José Juan Durán, tiene previsto visitar este jueves la zona para comprobar personalmente las consecuencias del suceso e informar en detalle de las medidas de seguridad.
Hay que recordar que el incidente se produjo poco antes de las 07.30 horas de este miércoles, cuando la parte más antigua de la lonja –de más de 60 años de antigüedad- se vino abajo, mientras que la zona más nueva -reformada hace unos 10 años- se mantuvo en pie.
Desde la Cofradía han denunciado que ya habían avisado a Portos de Galicia de la fragilidad de las vigas que cedieron y provocaron el derrumbe de la cubierta sin que el organismo autonómico tomase medidas.
Afortunadamente, el lugar estaba vacío en ese momento al no haber actividad, aunque algunas voces como la del alcalde de Vigo han apuntado que se podría haber producido una tragedia en caso de que el desplome hubiese tenido lugar un par de horas después.
Además, en el lugar de los hechos, muy próximo a la edificación siniestrada, se encontraba estacionado un vehículo que sufrió daños en el capó y en la aleta delantera izquierda.