Fue un vecino quien alertó a los servicios de emergencia de lo ocurrido cuando empezó a escuchar “unos chispazos” en el bajo. Ante el aviso, los bomberos se desplazaron de inmediato al lugar para sofocar las llamas. Aunque lograron extinguirlas, no pudieron evitar que la zona de recepción quedara calcinada.
Además, el resto del local sufrió daños por humo y el sistema eléctrico también se vio afectado.
No obstante, los agentes de policía trasladados pudieron comprobar cómo uno de los cristales inferiores de la puerta de acceso estaba roto y la caja registradora se encontraba sobre una silla, lo que indicaba que alguien había entrado a robar.
Además, la propietaria, que fue avisada por los cuerpos de seguridad, confirmó que la caja estaba fuera de su sitio. Con todo, no echó nada en falta, por lo que se sospecha que el robo tuvo que ser abortado al producirse el incendio.