La Asociación Contra el Cáncer de Vigo ha abierto sus puertas de un nuevo local en el número 47 de la Rúa Venezuela, haciendo esquina con la Rúa Simón Bolívar. Pero lo más importante ya no son las nuevas y cómodas infraestructuras, sino los servicios que la asociación continúa ofreciendo de modo gratuito a todos los pacientes: atención psicológica y social, orientación médica, apoyo y acompañamiento, logopeda, fisioterapia, actividades, y un largo etcétera. Y todo ello realizado, mayoritariamente, por personas voluntarias que hacen esos trabajos de un modo absolutamente desinteresado. Sin embargo, toda esa oferta de servicios gratuitos conlleva unos costes vinculados con los locales, las instalaciones, los materiales, etc., y el dinero necesario sale, fundamentalmente, de las aportaciones y las cuestaciones voluntarias a pie de calle.
Es preciso informar que cuando se llevan a cabo las cuestaciones a pie de calle pidiendo alguna colaboración monetaria con ayuda de una hucha, o mediante mesas colocadas en las propias calles o a la entrada de hospitales solicitando la suscripción de pequeñas aportaciones anuales o mensuales, su destino final es la cobertura de los gastos de esos servicios que se ofrecen gratuitos. Obviamente, una parte también va destinada a la investigación, también muy necesaria, pero no se debe olvidar que toda esa oferta gratuita se consigue gracias al trabajo altruista de sus voluntarias y voluntarios, y a las aportaciones que hacen muchas personas cuando introducen una simple moneda o un billete en una de esas huchas, o cuando se suscriben a la asociación con la aportación anual que cada persona estime oportuna, por muy pequeña que sea. Si se tiene la certeza de que el mundo debe ser mucho mejor y mucho más solidario, este es un buen camino para empezar a conseguirlo. Nadie está libre directa o indirectamente de necesitar esas ayudas y servicios. Qué menos que aportar, siquiera, el precio de un simple café o de una caña de cerveza.