Se establece en Vigo la capitalidad de la provincia de su nombre, cuya extensión territorial era igual a la de la actual provincia de Pontevedra. La revolución liberal de 1820 trajo grandes cambios en la división administrativa de España; las siete antiguas provincias del Reino de Galicia quedaron reducidas a las cuatro actuales, y la que es ahora Pontevedra fue inicialmente Vigo, como queda dicho, desapareciendo la de Tuy. Esta ciudad elevó, sin éxito, repetidas protestas, hasta el restablecimiento del absolutismo, en 1823, perdiendo entonces Vigo su reciente capitalidad.
La pugna entre las tres ciudades, estudiada minuciosamente por el historiador Fernández Villamil, tiene facetas de curioso valor anecdótico, en las que no es posible detenerse aquí.
El campeón de la capitalidad viguesa fue el Diputado a Cortes don Javier Martínez, quien la defendió con gran suma de argumentos económico-políticos en la sesión del día 14 de octubre, hasta obtener la aprobación de su propuesta por una gran mayoría. El primer Jefe Político de la provincia de Vigo fue don Joaquín Escario, siendo secretario don Juan Durán e intendente don Juan Recalde.
Al Gobierno Militar de la nueva provincia pasó con esta fecha el Brigadier de la Armada don Ramón Romay. Creados por este tiempo los Juzgados de Primera Instancia en su nueva estructuración, el primero que ocupó dicho cargo en Vigo fue don Fernando Novoa.
13 de julio de 1821. Xosé María Álvarez Blázquez. «La Ciudad y los Días. Calendario Histórico de Vigo» (Editorial Monterrey, 1960)