El verano presenta estampas naturales muy curiosas y las ciudades costeras, como Vigo, tienen la ventaja añadida del mar.
En la fotografía, tomada hace unos días en el litoral de la ciudad olívica, puede apreciarse una gaviota que acaba sumergirse y consiguió pescar un pequeño pescado.
El agua se aprecia absolutamente transparente y es propicia para que exista mayor vida submarina, una vida que estas aves aprovechan para su subsistencia. El agua está inmaculada y diáfana, además de la traslucidez de la superficie, condiciones que le ayudan en su búsqueda.
En esta ocasión, la gaviota ha compartido la pesca con un cormorán que ha quedado fuera de la imagen porque aún estaba sumergido.
Estas estampas tan refrescantes suelen repetirse cuando las condiciones de limpieza del agua son propicias.