La fotografía muestra la fuente luminosa de la Praza de Compostela (Alameda) de la ciudad de Vigo. El mérito del proyecto, que se remonta al año 1955, le corresponde a Emilio Bugallo Orozco, que era el arquitecto municipal de la época. Sin embargo, inicialmente no se trataba de una fuente luminosa, pero con el paso de los años fue experimentando diversos ajustes y puestas a punto hasta que llegaron a convertirla en la fuente luminosa que existe en la actualidad, pero no fue la primera.
La primera fuente luminosa que existió en la ciudad de Vigo estaba ubicada en el centro de la Praza de España y había sido donada por el cineasta vigués Cesáreo González. Fue desmontada en 1991 para ser sustituida por la escultura “A estampida”, de José Oliveira, y terminó deteriorándose completamente en el desmontaje y en el almacenaje. Ni siquiera se sabe dónde están los restos.
Con el paso de los años, la ciudad olívica fue engrosando el número de fuentes luminosas y entre ellas, además de la fuente principal de la Alameda, puede destacarse la de la Gran Vía en su confluencia con la Rúa Illas Baleares; la monumental de la Praza de América; y las del cruce de la Rúa Jenaro de la Fuente con la Rúa Aragón.