Cuando la ciudad de Vigo ya ha aprobado por fin su tan traído y llevado —y también controvertido— PXOM (Plan Xeral de Ordenación Municipal), el túnel que unirá la Rúa Policarpo Sanz pasando por debajo de la Porta do Sol y la Rúa Elduayen hasta desembocar en el Paseo de Alfonso XII o sus inmediaciones, sigue sin terminarse.
Desde el punto de vista de la ciudadanía, el Concello de Vigo y la Xunta de Galicia siguen enzarzados echándose mutuamente las culpas y el túnel sigue sin terminarse y sin tener fecha de apertura prevista. No es el único tema que afecta a la ciudad de Vigo en el que existen discrepancias entre ambas instituciones. En este caso concreto, es evidente que el túnel no va a permanecer en estado de abandono sine die.
La peatonalización de la Porta do Sol ha sido un gran acierto, no obstante, el caos circulatorio que ocasiona la falta de conexión entre la Rúa Policarpo Sanz y el Paseo de Alfonso XII es impresionante, motivando importantes rodeos y molestias en la circulación de vehículos.
En caso de que el bloqueo de la obra sea debido a discrepancias entre ambas instituciones, es preciso insistir en la necesidad de un diálogo constructivo entre ellas. Y en el caso de que sea motivado por el capricho o la obcecación de alguna parte, advertirle que tarde o temprano todo termina por descubrirse y que las urnas le pasarán la factura correspondiente.