En una población del entorno de la ciudad de Vigo hemos encontrado esta bicicleta aparcada. Lo curioso no es esa cesta para llevar paquetes en la parte delantera, sino esa gran capucha con ventanas para proteger a la niña o al niño que va en el pequeño asiento trasero. El mérito del vehículo radica en su curiosa adaptación, eso que ahora llaman “customización”, porque se trata de una transformación totalmente artesanal. Obsérvense esas tablas horizontales a la altura de la rueda trasera a modo de escalones, además de otros pequeños detalles. Pero lo que también llama la atención son las medidas de seguridad contra robos, unas soluciones compuestas por varias cadenas tanto en la parte delantera como en la trasera. Ya sería mala suerte que llegara alguien con unas tenazas y una furgoneta y se la llevara así, sin más.


















