Este panteón de gran originalidad y belleza arquitectónica, pero al mismo tiempo humilde en cuanto a su tamaño en comparación a otros del mismo cementerio y de sus proximidades, es de propiedad de la familia de Jenaro de la Fuente y está ubicado en el cementerio de Pereiró, en la ciudad de Vigo.
Jenaro de la Fuente Domínguez (1851 – 1922) es el padre y nació en Palencia y pasó gran parte de su vida en Vigo, donde realizó significativas obras entre las que destaca la casa Bonín, en la Rúa Areal esquina con la Rúa Oporto; el mercado de Bouzas; el hotel Universal, en la Rúa Cánovas del Castillo; e incluso el propio cementerio de Pereiró, entre otras. Tuvo cuatro hijos, uno de los cuales ocupó su puesto como arquitecto municipal y que no debe ser confundido con él. Curiosamente, el padre, Jenaro de la Fuente Domínguez, falleció en la pobreza.
Por su parte, Jenaro de la Fuente Álvarez (1891 – 1963), uno de sus cuatro hijos, fue un destacado arquitecto que desarrolló el estilo modernista, el academicista y el racionalista. La ciudad de Vigo tiene importantes obras de su autoría como el conocido edificio de La Peineta, haciendo esquina entre la Rúa Urzaiz y la Rúa Lepanto; el Estadio Municipal de Balaidos; la Escuela de Ingeniería Industrial de la Rúa Torrecedeira; la Escuela Superior de Comercio, en la Rúa Torrecedeira; el Instituto Femenino Santo Tomé, en la Gran Vía; el edificio Aurora, haciendo esquina entre la Rúa República Argentina y la Rúa Urzaiz, entre otros.
Es evidente que la ciudad de Vigo tiene mucho que agradecer a ambos, padre e hijo, puesto que han contribuido a llenarla de obras arquitectónicas que siguen despertando la admiración de propios y foráneos, y que compiten al mismo nivel con edificaciones de cualquier otra población española. El panteón de Jenaro de la Fiuente es otra muestra del buen hacer, donde yace el padre, el hijo y otros familiares, y que merece, cuanto menos, una visita y el respetuoso reconocimiento.