Para evitar el cierre de la compañía, el armador, el astillero, la Xunta de Galicia y el banco propietario del buque, el Santander, se reunirán el próximo viernes en Santiago para intentar alcanzar una solución, ya que no sólo no hay dinero para proseguir la construcción sino que los trabajadores llevan dos meses sin cobrar.
Según ha informado este miércoles el presidente del comité de empresa, Nicolás Sangabriel, a lo largo de la construcción del ferri, de 130 metros de eslora, han surgido muchos imprevistos y problemas que han dilatado los plazos y aumentado los costes. De hecho, ya se trajo de Sevilla porque el astillero que comenzó el trabajo no estaba en condiciones de terminarlo y ninguna empresa de la ría estaba dispuesta a hacerse cargo de él.
Ante esta situación, y la perspectiva de que no entren nuevos encargos, los empleados del astillero, que lleva años en una delicada situación económica, han solicitado la colaboración de las administraciones públicas y este miércoles han visitado el Concello de Vigo, donde han obtenido el apoyo del alcalde, Abel Caballero, que ha pedido a las partes implicadas que resuelvan esta “situación límite”.
“Vulcano tiene que acabar el barco”, declaró el regidor vigués, “por el buen nombre de Vigo”, ya que lo contrario supondría “un fiasco” para todos, incluidas las empresas auxiliares que están pendientes de cobrar los trabajos realizados.