Esta mañana, los vigueses han contemplado un espectáculo inusual en la Ría de Vigo: una colosal y enigmática estructura, remolcada por el buque Ford de bandera portuguesa, ha hecho su entrada en la ría, capturando la atención de curiosos y navegantes. Desde Vigoé, desvelamos el misterio detrás de esta imponente plataforma, su propósito y las razones de su inesperada escala en el Puerto de Vigo, mientras la ciudad se prepara para admirar esta mole metálica atracada en el Muelle Transversal Oeste.
Un gigante en la ría
A primera hora del 25 de agosto de 2025, el remolcador Ford, conocido por su experiencia en el transporte de estructuras marítimas, escoltó a esta enorme construcción hasta el corazón de la Ría de Vigo. La estructura, de dimensiones colosales, ha generado un revuelo inmediato con fotos y especulaciones. La niebla matinal añadió un aura de misterio, haciendo que muchos se preguntaran qué era y por qué estaba allí.
Tras investigar, hemos confirmado que se trata de una plataforma destinada al Mar del Norte, diseñada para operar en proyectos energéticos offshore, probablemente relacionados con la extracción de petróleo o gas, o con la instalación de parques eólicos marinos. Su diseño robusto, con una superestructura de acero de decenas de metros de altura, está pensado para resistir las duras condiciones del Atlántico Norte. Sin embargo, su paso por Vigo no estaba previsto inicialmente, sino que responde a una necesidad urgente de refugio.
Forzada a atracar por el mal tiempo
Las condiciones meteorológicas han jugado un papel clave en la llegada de esta plataforma a Vigo. Según fuentes de la Autoridad Portuaria de Vigo, una borrasca que se aproxima al Atlántico traerá olas significativas y fuertes vientos en las próximas horas, haciendo peligrosa la navegación para una carga de estas características. El transporte de estructuras de este tipo es delicado: cualquier movimiento brusco por oleaje o viento podría desplazar la carga, con riesgo de daños o incluso su pérdida total. Por ello, el remolcador Ford, en coordinación con su consignatária, optó por buscar refugio en la Ría de Vigo.
Debido a su gran tamaño y peso, las autoridades no han permitido que la plataforma fondee en la ría, como ocurrió en 2012 con otra plataforma petrolífera transportada por el buque semisumergible Fjell. En su lugar, se ha decidido atracarla en el Muelle Transversal Oeste, una de las principales instalaciones del Puerto de Vigo, diseñada para manejar cargas pesadas y buques de gran envergadura. La plataforma permanecerá allí hasta que las condiciones del mar mejoren, probablemente en un par de días, antes de continuar su viaje hacia Rotterdam, su destino final en los Países Bajos.
Un imán para las miradas
El atraque en el Muelle Transversal Oeste, una de las zonas más visibles del puerto, garantiza que esta estructura será el centro de atención en Vigo durante su estancia. Con una longitud de más de 1.500 metros y capacidad para manejar cargas generales y fluidos, este muelle es un punto estratégico del puerto, conectado incluso con una red ferroviaria.
Este no es el primer caso de una estructura de este tipo en Vigo. En 2012, una plataforma petrolífera a bordo del buque Fjell también buscó refugio en la ría debido a un temporal, atrayendo la curiosidad de los vecinos desde diversos puntos de la ciudad. La presencia de estas megaestructuras resalta la importancia de Vigo como un puerto de referencia en la fachada atlántica, capaz de acoger operaciones logísticas complejas gracias a su infraestructura avanzada. Gestionado por la Autoridad Portuaria de Vigo, el puerto no solo es líder en pesca y tráfico de cruceros, sino que también destaca por su capacidad para manejar situaciones excepcionales, desde el atraque de yates de lujo hasta la gestión de cargas industriales de gran escala.
La plataforma permanecerá bajo estricta vigilancia para garantizar su seguridad y la del puerto. Mientras tanto, los vigueses tienen la oportunidad de admirar esta obra de ingeniería, que no solo representa el futuro de la energía offshore, sino que también pone a Vigo en el mapa de las operaciones marítimas globales.