El vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda, ha confirmado este lunes en Vigo la celebración de esa reunión, en la que pedirán “explicaciones” para luego “saber cómo actuar”. “Queremos que se nos informe de la situación y de cuáles son las perspectivas”, apuntó. No obstante, no habrá apoyo a cualquier precio. “Siempre se va a apoyar una solución solvente que garantice la viabilidad y tenga en cuenta que la Xunta maneja recursos públicos”, ha declarado Rueda.
La posible entrada de Ritz-Carlton en el capital de Barreras mediante la venta del paquete se presenta como una solución parcial a los problemas del histórico astillero pero no sería la única; haría falta tomar más medidas. Una ampliación de capital parece descartada, por lo que cobra fuerza un nuevo concurso de acreedores. Además, la cadena hotelera ya dejó claro en su día, cuando se rumoreó que formaría parte de la propiedad para encargar el segundo crucero, que no se dedica a construir barcos.
Caballero ofrece su intermediación
Por su parte, el alcalde de Vigo ha mostrado este lunes su “gran preocupación” por la situación crítica que atraviesa Barreras. Por ello, Abel Caballero ha ofrecido su ayuda como interlocutor con el Gobierno de España en caso de que los responsables del astillero lo vean necesario.
“Todo aquello que yo pueda hacer desde el Ayuntamiento de Vigo y desde mi ámbito de capacidad de diálogo con el Gobierno de España lo haré en beneficio del astillero y de los trabajadores”, ha declarado el regidor vigués, que destacó el “gran nivel de empleo” que ostenta la industria naval, de “gran importancia” en la ciudad.
“Mi ayuda está ofrecida”, reiteró Caballero, que se tuvo que referir a “todos aquellos que lleven adelante el proceso de recuperación del astillero”, sin personalizar en nadie dado que la empresa ahora mismo está descabezada. Hay que recordar que la semana pasada fueron relevados de sus cargos el presidente, José García Costas, el director general, Alfonso López, y el director financiero, Juan González.
Los desfases económicos y el retraso en la construcción del crucero de lujo encargado por The Ritz-Carlton Yacht Collection han sido los detonantes de esa decisión. Ahora mismo, la firma se encuentra en una encrucijada.