A las 07:42 horas, con la marea alta y el cielo todavía gris, la réplica de la nao capitana de Colón ha cruzado la bocana de la ría escoltada. Procedente de Getaria, donde despidió el País Vasco entre txalupas y aplausos, la embarcación de 29 metros ha cubierto las 180 millas en 42 horas de singladura real: viento del noroeste, olas de dos metros y la tripulación turnándose en la caña como en 1492.
La Dársena de Portucultura, ese rincón reservado a embarcaciones históricas y barcos singulares, se ha vestido de gala para recibir a otra de las embarcaciones históricas que navegan los mares cargadas de historia y ecos del pasado.
Un museo flotante que revive la navegación del siglo XV
Construida con precisión artesanal, la Nao Santa María es mucho más que una réplica: es un museo viviente que recrea la vida a bordo de los exploradores que se lanzaron al océano en busca de nuevas rutas y horizontes. Sus cubiertas de madera, su arboladura robusta y el velamen tradicional permiten imaginar el esfuerzo y la pericia de aquellos marinos que, con instrumentos rudimentarios y una fe inquebrantable, cambiaron para siempre el rumbo de la historia.
En su interior, los visitantes pueden recorrer los distintos espacios del barco (desde la cubierta principal hasta la bodega) y conocer de cerca cómo era la vida cotidiana de la tripulación: los métodos de navegación, la alimentación en alta mar o las condiciones de los largos viajes transoceánicos. Paneles informativos, piezas de época y materiales audiovisuales completan una experiencia didáctica e inmersiva.





Una travesía por la historia y la memoria marítima
La Nao Santa María forma parte de la flota de la Fundación Nao Victoria, una institución dedicada a preservar y difundir el patrimonio marítimo español a través de réplicas históricas que recorren el mundo como embajadoras culturales. Cada escala se convierte en un encuentro entre pasado y presente, entre la aventura de la exploración y la pasión por el mar que caracteriza a las ciudades portuarias.
En Vigo, el barco se integra en el paisaje de la ría como un recordatorio del vínculo ancestral entre Galicia y el océano. Su presencia permite al público descubrir el legado de la navegación y su papel en la construcción de la identidad atlántica.
Esta escala de la Nao Santa María en Vigo ofrece una oportunidad única para disfrutar en familia de una experiencia educativa y sensorial. Los más pequeños podrán imaginarse como grumetes en plena travesía, mientras los adultos reviven el espíritu de los grandes viajes que dieron forma al mundo moderno.
Nueve días para tocar 1492
Durante nueve días, Vigo tendrá la oportunidad de viajar al año 1492 sin salir del puerto. Desde el 8 hasta el 17 de noviembre, la Nao Santa María abrirá sus cubiertas al público en horario de 10.00 a 18.30 horas (siendo la última entrada a las 17.45) para ofrecer una experiencia inmersiva en la historia de la navegación.
Las entradas están disponibles a un precio de 6 euros para adultos y 4 euros para niños de entre 5 y 12 años. Las familias que deseen disfrutar juntas de la visita podrán hacerlo con una tarifa especial de 16 euros (dos adultos y dos menores). Además, la entrada será gratuita para los menores de 5 años y las personas con discapacidad, reforzando el carácter inclusivo y educativo de esta propuesta cultural.
La historia ha echado el ancla en Vigo. Y la Nao Santa María, con su silueta majestuosa y su aroma a madera y sal, invita a todos a embarcarse en un viaje al corazón del siglo XV sin salir del puerto.




















