La asociación ecologista cree que los más de 2.500 metros cuadrados de cubierta del crucero de lujo que está construyendo el astillero vigués Hijos de J. Barreras para The Ritz-Carlton pueden contener madera de teca procedente de Myanmar que habría llegado a Galicia durante el pasado verano.
Ante los “continuos conflictos del sector maderero gallego con la madera ilegal y la inhibición de la Xunta de Galicia en sus obligaciones para cumplir la legislación”, Greenpeace presentó a principios de octubre alegaciones a la primera revisión del Plan Forestal de Galicia, exigiendo a la Xunta que adapte la legislación gallega a la normativa europea y estatal.
“Greenpeace sigue pidiendo a la Xunta de Galicia que cumpla con sus obligaciones legales y evite la entrada de madera ilegal en la Unión Europea mediante controles que verifiquen que el sector importador de madera acata la normativa y minimiza los riesgos de introducir en el mercado madera de origen ilegal”, ha señalado Miguel Ángel Soto, responsable de la campaña de Bosques de Greenpeace.
La organización recuerda, además, lo expuesto por la Memoria de la Fiscalía General del Estado de 2017: a pesar de las leyes que obligan a las Administraciones Públicas a llevar a cabo controles sobre los agentes que introducen madera en la Unión Europea “ni la Administración Central estaba llevando control alguno ni las comunidades autónomas tenían en ese momento estructura alguna ni se habían establecido criterios para realizar dicha tarea”.
Consenso internacional
Greenpeace explica que existe un amplio consenso dentro de las agencias gubernamentales, las federaciones de la industria, entidades de supervisión de EUTR (European Union Timber Regulation o reglamento europeo de la madera), ONG y expertos de la industria sobre el riesgo de ilegalidad de la madera procedente de Myanmar.
Según un estudio de la organización británica Environment Investigation Agency, el nivel de riesgo es extraordinariamente alto. Precisamente a partir de este informe, la Asociación Española de Industria y Comercio de la Madera (AEIM) escaló el nivel de riesgo de la madera de Myanmar pasando de “considerable” a “elevado” y aconsejó a sus afiliados no importar madera procedente de este país. Según esta asociación, “ante el elevado grado de vulnerabilidad del sistema, los agentes no pueden confiar en los documentos oficiales emitidos por las autoridades de Myanmar como medio para cumplir su obligación de diligencia debida”.
Más recientemente, la Organización de las Naciones Unidas para el Medio Ambiente (PNUMA-WCMC) elaboró unos informes con el objetivo de evaluar los riesgos y ayudar a las autoridades a lograr una implementación sólida del reglamento de la madera de la UE en los que las conclusiones sobre Myanmar corroboran las investigaciones independientes y las recomendaciones del sector importador de esta materia prima.
También el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (Mapama) desaconseja las importaciones de teca de Myanmar. En casos de riesgo de ilegalidad, la normativa europea exige que se rastree la madera hasta la región de origen del país de aprovechamiento y se aporten pruebas más allá de la documentación oficial.
En los dos últimos años, Dinamarca, Alemania, Suecia y Reino Unido han tomado medidas para detener importaciones de madera extraída ilegalmente de Myanmar. En Dinamarca y Alemania, las autoridad competentes emitieron medidas cautelares a las empresas que no habían cumplido plenamente con la Diligencia Debida. En Suecia, el tribunal administrativo dictaminó que una empresa había violado el reglamento EUTR. Alemania advirtió a los agentes que importan madera de Myanmar que de no cumplir con el mandamiento judicial, podría imponer sanciones.