El ‘Tofiño’ es el segundo buque de la clase ‘Malaspina’ y fue construido por la Empresa Nacional Bazán (hoy Navantia) en San Fernando. Su construcción se inició en el mes de noviembre del año 1972, fue botado el 22 de diciembre de 1973 y entregado a la Armada el 23 de abril del año 1975, sustituyendo al anterior buque del mismo nombre.
El actual ‘Tofiño’ es el segundo buque en la historia de la Armada que lleva este nombre. El anterior fue construido en 1933 por la ‘Sociedad Española de Construcción Naval’ en sus Astilleros de Cartagena. Su nombre se debe al marino y matemático, Jefe de Escuadra de la Armada Española D. Vicente Tofiño de San Miguel (1.732 – 1.795), quien realizó profundos estudios astronómicos en el Observatorio de Marina de San Fernando (Cádiz), además de ser académico de mérito de la Real Academia de la Historia de las Academias de Ciencias de Lisboa y de París, y autor, entre otras obras científicas, del ‘Gran Atlas Marítimo de las costas de España’.
El ‘Tofiño’ es una de las unidades de la Flotilla Hidrográfica, bajo el mando del Comandante-Director del Instituto Hidrográfico de la Marina y encuadrado en la Fuerza de Acción Marítima de la Flota. Tiene como misión principal el efectuar la adquisición de datos, principalmente batimétricos, que permitan la elaboración de la Cartografía Náutica Oficial de España.
Con 58 metros de eslora y 12 de manga, el Buque Hidrográfico ‘Tofiño’ alcanza una velocidad máxima de 12 nudos y tiene una autonomía de 4000 mn. La diversidad de sus sensores le permite operar tanto en aguas someras como en aguas de hasta 5000 metros de profundidad.
El presidente de la Autoridad Portuaria de Vigo, Ignacio López-Chaves, recibió este jueves al capitán del ‘Tofiño’, Luis Rodríguez-Caso, que, acompañado por el comandante Naval de Vigo, José Ángel Chans, se despide del Puerto olívico tras concluir su misión en la ría viguesa, donde, desde hace semanas, ha recogido datos batimétricos para actualizar la cartografía náutica.
Según destacó Rodríguez-Caso, la Ría de Vigo, con sus 14.000 hectáreas de aguas abrigadas, garantiza la navegación de cualquier tipo de embarcación, lo que ha facilitado la tarea que ha desempeñado el buque en aguas viguesas.