En Gobierno local de Vigo ha transferido o transferirá al menos 640.000 euros a las arcas de la Diócesis Tui-Vigo para financiar actos religiosos como procesiones y actividades de Semana Santa y para actuaciones en el patrimonio propiedad de la Iglesia católica.
Esa cantidad, según ha denunciado este martes el BNG, supone, por ejemplo, el 60 por ciento del total que el Concello ha destinado este año al Plan Plan Municipal de Empleo, y la intención del Gobierno local es continuar por el mismo camino ya que en los Presupuestos del próximo ejercicio recogen partidas por valor de 288.000 euros.
Según el BNG, en el último lustro, los vigueses han pagado alrededor de 1,5 millones de euros de dinero público a la Iglesia católica, por eso su portavoz, Xabier Pérez Igrexas, ha exigido que el Ayuntamiento deje de destinar recursos públicos a financiar una confesión religiosa. Entienden los nacionalistas que esta práctica es “contraria a un marco aconfesional y a la necesaria separación entre Iglesia e instituciones públicas en una democracia plena”.
Al Bloque, las subvenciones que da el Concello a la lglesia le recuerdan a «etapas predemocráticas”, y creen que “demuestran la falta de criterio” del Gobierno local a la hora de decidir el destino del dinero de los vigueses.
“Exigimos que finalice esta política de financiar con ingentes cantidades de recursos públicos de toda la ciudad actos y actividades que únicamente tienen un carácter religioso”, demandó el portavoz nacionalista. “Respetando el derecho de las personas creyentes, hay que respetar también a las muchas vecinas y vecinos que no tienen creencias religiosas”, añadió.
Opacidad de las ayudas
Por otra parte, Pérez Igrexas ha lamentado la “opacidad” del Gobierno municipal con estas partidas, y ha reiterado la demanda de hacer públicas todas las ayudas y colaboraciones con la Diócesis Tui-Vigo, tal como demandó el Bloque en mayo de 2024.
El portavoz municipal del BNG ha cuestionado también otros beneficios municipales para la Iglesia católica, como permitir que no pague el Impuesto de Bienes Inmuebles (IBI) sobre las propiedades que no están destinadas al culto, como parcelas, viviendas, garajes o bajos comerciales.
“Un trato de favor injusto e incomprensible”, ha dicho el portavoz nacionalista, quien ha recordado que los centros culturales, las asociaciones vecinales y locales sociales gestionados por entidades sin ánimo de lucro tienen que hacer frente a este y a otros impuestos municipales.


























