La puesta en servicio de la obra de recuperación dunar de Samil va con retraso. El pasado mes de junio, el alcalde Abel Caballero aseguraba en una visita a la zona junto a la ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Sara Aagesen, que los trabajos estarían finalizados a mediados del mes de julio para poder disfrutar de ella a lo largo de este verano.
Sin embargo, más de un mes después, prácticamente todo el perímetro de la obra sigue vallado mientras los operarios de la empresa adjudicataria Narom SL se afanan en ultimar detalles para que la nueva zona y paseo de Samil en el tramo del arenal de Argazada -entre La Fuente y donde antiguamente se ubicaba El Camaleón- cuente con nuevos servicios.
La creación de un nuevo parque infantil, la colocación de mesas conformando un nuevo merendero, la instalación de duchas y lava pies, bancos, papeleras, remates en la vegetación o en el riego a lo largo de los 450 metros en los que ya se actuó, son algunos de los trabajos que se concluyen estos días.
Pero a pesar de ello, ya hay una parte que los vigueses y viguesas disfrutan desde hace casi dos semanas, coincidiendo con la celebración de O Marisquiño, certamen que levantó ampollas y quejas entre los usuarios y bañistas de la playa así como por vecinos del entorno debido a la gran eliminación de aparcamientos e importantes restricciones de tráfico durante más de 20 días.
Y es que los primeros 50 metros (aproximadamente) del nuevo paseo, en el ámbito más cercano a la pista de patinaje y donde entronca con el antiguo, ya están a disposición de los usuarios y usuarias del mayor arenal urbano de Vigo, conviviendo así con las obras a punto de rematar.
Da la casualidad, además, de que coincide con el inicio de actividad del chiringuito que restaba por abrir en las playas viguesas: el relativo a Argazada y que Caballero señaló que no podría arrancar hasta que las obras estuviesen rematadas. Sin embargo, el pasado 9 de agosto daba el pistoletazo de salida y, con ello, la apertura al público de los primeros metros del nuevo paseo de Samil.
La nueva bajada a la playa con escaleras en el empalme entre los dos paseos -el viejo y el actual llamando la atención el color de las distintas baldosas- o los pequeños bancos de hormigón a cota de playa que separan la arena del nuevo bulevar, en el tramo de 12 metros de ancho que se encuentra enfrente del chiringuito, ya son usados por los bañistas que estos días se acercaron hasta Samil.
No así las duchas, ni el parque infantil, ni el merendero ni el resto de bancos de hormigón o los creados con residuos marinos -que destacan por su creatividad y colorido- que todavía están en el perímetro balizado de la obra esperando a que se abran de forma definitiva.
Las obras comenzaron a finales de septiembre del pasado año 2024 y, por un importe de 2,1 millones de euros (IVA incluido), contaba con un plazo de ejecución de 10 meses, que ya se ha cumplido.
Los innovadores bancos, ya rotos
Mientras, en la zona de la obra de humanización de la Avenida de Samil ya rematada a finales del pasado año y que supuso la primera actuación en el entorno, varios de los innovadores bancos creados a partir de residuos marinos plásticos y que se distinguen por su originalidad con múltiples colores, ya están rotos a la espera de que alguien los arregle o, en su caso, los renueve.
Concretamente, dos de ellos, colocados en el entorno de las plazas de aparcamientos para personas con movilidad reducida y al final de la nueva senda peatonal que da al pinar y a la nueva zona de dunas de Argazada y Cocho das Dornas, están rajados en varias zonas de la parte central de la bancada donde se sienta la gente.
Las obras, por importe de 1,8 millones de euros y ejecutadas por la empresa Prace, se remataron en diciembre del pasado año y, tan solo ocho meses después, dos de estos bancos, totalmente sostenibles y que, según subrayaron en la inauguración que hizo el alcalde en esa ocasión, «no precisan ningún tipo de mantenimiento», ya están rotos.
Fabricados por la empresa Grup Fábregas -al igual que las papeleras que tienen el mismo diseño y están colocadas en todo este ámbito- están realizados con residuos plásticos procedentes del mar, siendo así 100% reciclables.
De hecho, además de las roturas en el material, tampoco existen ya las placas del fabricante y del Concello de Vigo colocadas en su momento y que describía el origen de los mismos: «Bancos feitos con plásticos reciclados recollidos en mares e océanos».
El conjunto global de esta actuación -preliminar a la recuperación de las dunas- abarcó el tramo de la avenida entre la playa de La Fuente y la pista de aeromodelismo, incluyendo una nueva rotonda en la confluencia con la calle de entrada al hotel Attica21 así como aceras más anchas y reestructuración de aparcamientos en el lado mar. Nuevas farolas, mobiliario urbano y pasos de peatones elevados completaron la obra.