Todas estas advertencias se hacen por precaución, ya que los embalses se encuentran ahora mismo en niveles normales. Eiras está al 77 por ciento de su capacidad y Zamáns al 64, 13 y 8 puntos por encima de los registrados hace doce meses. Cabe recordar que cada semana que pasa sin llover la cantidad embalsada desciende unos 3 puntos de media.
Y es que los datos hablan por sí solos. Las precipitaciones registradas el verano de 2017, que precedió a la posterior sequía, fueron escasas y se quedaron en 41,8 litros por metro cuadrado. Pues bien, este año las cosas apenas han mejorado con 47,3 litros por metro cuadrado en un periodo estival que ha sido especialmente seco y en el que se ha vivido el mes de agosto más cálido desde que hay estadísticas.
Además, no se prevén lluvias a corto y medio plazo. Caballero, que está insistiendo en que se dé una solución inmediata al abastecimiento con un trasvase de urgencia, fue incluso más allá este martes y afirmó que los pronósticos hablan de tiempo seco también a largo plazo. Por ello, avisó de la posibilidad de tomar medidas adicionales a partir de la próxima semana.