El Ayuntamiento de Vigo adeuda a Augas de Galicia 6,5 millones de euros del canon de la presa de Eiras, según ha afirmado este viernes la Xunta de Galicia en un comunicado, así como su delegada en la ciudad, Ana Ortiz.
La presa se ha convertido en objeto de disputa entre ambas administraciones a causa del mal estado de las válvulas, lo que ponen en riesgo el abastecimiento de más de 400.000 personas. Sustituirlas, y urgentemente, es la solución, lo que costará dos millones de euros. Los abonará el Ejecutivo gallego, pero ya ha avisado que se reserva el derecho a reclamar ese dinero al Concello, al que culpa del mal estado de las válvulas.
Por su parte, el alcalde, Abel Caballero, dice que Vigo ya paga porque ha abonado más de 5 millones por el canon. Y eso es algo que desmiente la Xunta, la cual afirma que desde 2014 hasta hoy, el Concello sólo ha pagado 1,3 millones de euros correspondientes a las anualidades de 2017 y 2018 y porque así se lo ha impuesto el Tribunal Superior de Justicia de Galicia.
Tal y como indica el Ejecutivo gallego, el pago del canon se liquida por la explotación que Augas de Galicia hace de la presa, y está previsto que sufrague obras ordinarias pero el caso de las ya famosas válvulas es una circunstancia extraordinaria.
Lo es, según la Xunta, porque aunque Augas de Galicia tiene la gestión de la presa de Eiras desde enero de 2023, el Concello se reservó el control sobre las válvulas y no avisó de su estado de deterioro, de modo que ahora su sustitución costará dos millones de euros. Esta obra fue encargada ayer por Augas de Galicia mediante un contrato de urgencia tras constatarse que el estado de las válvulas se había agravado, lo que hace imperativo actuar de inmediato.
























